03 Dec Dios No Descarta a Nadie

“⁹ Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? ¹⁰ El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.”  1 Reyes 19:9-10 

El problema de Elías no es el desgaste físico por acabar con cuatrocientos cincuenta profetas de Baal ni la amenaza de Jezabel, sino las expectativas que en su mente no se cumplieron inmediatamente.  Elías tiene unas expectativas con esto; él espera que algo ocurra en el pueblo, y cuando él hace todo este espectáculo, no pasa lo que él pensaba y ahora piensa que él era un fracaso.  ¿Qué pensaba Elías que iba a pasar?  Si vemos el contexto en los capítulos anteriores, Elías estaba poniendo al pueblo a escoger; les decía que tenían que servir a Dios.  Elías no quería matar aquellos profetas; él lo que quería era que el pueblo sirviera a Dios.  Pensó que si hacía una demostración como hacer bajar fuego del cielo, servirían a Dios; la expectativa era que Jezabel y los profetas se arrodillarían ante Dios, proclamarían que Jehová es Dios.  Pero Jezabel lo manda a matar.  Y si hay algo que trae depresión a la vida de una persona es que, luego de un grande esfuerzo, sus expectativas inmediatas no se cumplan.  Trabajas, te esfuerzas para alcanzar algo, y no se cumple tu expectativa.  De ahí es que se desencadenan los pensamientos que se tienen que detener. 

Es importante que tú entiendas que tú no tienes derecho a descartarte porque un día tengas un pensamiento como ese.  Tú no tienes derecho a descartarte y pensar que Dios no te puede usar, que Él no te puede levantar.  Tú no puedes descartarte porque hoy estés viviendo un día de tristeza.  Todo el mundo puede pasar por un momento como ese, y Dios no descarta a nadie.  Nunca pienses que tu fe es muy poca, que jamás alcanzarás cosas grandes porque un día estés encerrado en tu cuarto pensando que no sirves para nada y que ojalá te fueras con el Señor.  Nunca te descartes.  No puedes descartarte, abandonar tu llamado, tu propósito, los planes de Dios para tu vida; no puedes pensar que porque has vivido por algún tiempo ese proceso de tristeza y estás en una cueva, ya Dios no te va a usar y que tú no sirves para esto.  Los más grandes hombres y mujeres de Dios pasaron por momentos como estos, y los que permitieron que Dios llegara a su vida en el momento crucial, Dios los usó para grandes cosas. 

Pedro pasó por un momento de depresión.  Cuando negó a Cristo, dice la Biblia que lloró amargamente; lloró hasta que no tenía más fuerzas.  Pero Cristo fue a buscarlo a donde él estaba, y ese hombre fue el primero que predicó el Evangelio y se ganó miles de personas y Jesús fue a buscarlo donde Pedro estaba porque no importa el error que tú hayas cometido ni la depresión en la que estés, Dios no te va a descartar.  Judas no esperó por ese momento y se ahorcó.  La profecía decía que terminaría ahorcado – y así fue – pero no hay profecía donde haya una decisión de una persona.  O sea, si Dios lo dice, en el plan profético, divino, de forma grande, cuando dice que Jesucristo iba venir, morir y resucitar, eso se iba a cumplir, pero la decisión de Judas podría cambiar esa parte.  Alguien lo iba a entregar, y probablemente era Judas; pero si Judas decidía arrepentirse y darle oportunidad a Dios, seguramente, de la misma manera que lo hizo con Pedro, lo hubiera levantado, lo hubiera sacado de aquel lugar, y no tenía que ser ese su final.  Pero no le dio tiempo a Jesús de llegar donde Judas, porque Judas en su depresión trató de resolver por sí mismo el problema en que se había metido.  Él pensó que devolviendo las monedas de plata, resolvía todo; pero hay problemas que a veces nos metemos que no podemos resolver fácilmente, y es ahí que tenemos que depender del poder y la gracia de Dios; que sea Él quien lo resuelva para nuestras vidas. 

No te puedes descartar porque estés pensando así.  No tienes derecho a descartarte.  Elías y todos los hombres que hemos mencionado son prueba; Dios nunca dejó que alguien deprimido viviera deprimido todos los días.  Dios fue y los buscó, los alentó, los llamó, los motivó, los inspiró, y les dijo: No importa que estés pensando así; yo tengo un plan más grande contigo. 

Tú deberías estar agradecido porque, si fuera por tus momentos de depresión, tú no estarías aquí.  Tú te hubieses descartado por tus momentos de tristeza.  Has pensado que eres un fracaso, que no sirves, que no sabes qué hacer; pero si Dios te descartara por momentos como esos, tú no estarías en el lugar en que estás. 

No importa cuántas veces tú caigas en este proceso de pensamiento, nunca te descartes.  Dios siempre te va a buscar para levantarte y sacarte del lugar en el que tú estás.