26 Apr Los Beneficios de tu Generosidad

Muchas veces, somos criticados por enseñar a sembrar, a ser generosos; Hay controversia con los principios de diezmo y ofrenda; Algunos se ofenden; Para ellos, enseñar a dar no debe hacerse en la iglesia.  Definitivamente, Dios no necesita tu dinero; La moneda de transacción con Dios no es terrenal, sino tu fe; Pero, cuando aprendes a ser generoso, a dar, diezmar, ofrendar, sembrar en el reino de Dios y en otras personas, tu vida cambia. 

Tus acciones financieras, tienen un alto grado de influencia en tu vida espiritual, emocional, familiar, y en cómo tú ves todo a tu alrededor. 

Es importante enseñar a otros a dar porque hay unas verdades espirituales que es vital transferir a la vida de cada creyente, y que no se pueden aprender si no es a través del proceso de la generosidad, a través del proceso del dar, y de hacerlo consistentemente. 

1. Los más grandes hombres y mujeres de Dios se caracterizaron por su generosidad.  Si decimos que la Biblia es nuestra guía, y los que están en ella, nuestro ejemplo, entonces, tenemos que ver en ellos esa parte vital de su sacrificio.  Esto no es lo que todos quisieran ver; Quieren ver el guerrero en David, pero no el dador, quien dijo que no quería darle a Dios algo que no le costara.  Hablamos acerca de la fe de Abraham, sin embargo, Abraham es uno de los primeros en la Biblia que nos enseña el diezmar.  Cuando no ves esto, te enfocas en características más emocionantes, pero aun nuestro Señor Jesucristo es el mejor ejemplo de una persona generosa; Dejó todo en el cielo por venir a la tierra, y aquí en la tierra entregó todo, la vida, por nosotros.  Así que, hay que enseñar a la gente a dar; Los grandes hombres y mujeres de la palabra del Señor, una de sus características era la generosidad. 
2. En el Nuevo Testamento, se nos enseña que tenemos que hacer tesoros en el cielo; Nuestras decisiones y acciones económicas provocan que el cielo sea movido a nuestro favor; Cuando tú aprendes a ser generoso, acumulas en el mundo espiritual, un banco económico que nada puede corromper, que nada puede dañar, y que te asegura ese lugar de bendición en el momento que lo necesites.  Todo lo que tú hagas va a rendir un resultado, tanto en el mundo natural como el espiritual.  La Biblia nos habla de que aprendamos a hacer el bien, que seamos ricos en buenas obras, que seamos dadivosos, generosos, y dice: Atesorando para buen fundamento para lo porvenir, hablando específicamente acerca de los tesoros que tenemos que hacer en el cielo.  Lamentablemente, el enfoque de muchos es en lo terrenal, donde las cosas sufren grandes cambios; Pero en el cielo no sufren los cambios dramáticos que se dan aquí en la tierra; No hay mala economía en el cielo; No hay corrupción.  Por mejor administrador que seas, las cosas en el mundo natural tienen su fecha de expiración, y tú tienes que aprender a vivir con eso. 
3. Naturalmente hablando, la única manera de promover el Evangelio, es a través de las finanzas.  Algunos no quieren entender, recibir, aceptar esta verdad, pero la única manera de hacer el trabajo que hacemos es a través de recursos económicos.  El valor espiritual de lo que hacemos es incalculable, pero todo lo que hacemos cuesta; El tiempo en el aire, las cámaras.  Hay quienes quieren proyectarse como los más espirituales diciendo: ¡Que lo hagan de gratis!  Pero por más que quisiéramos, la realidad es que a nosotros nos cobran.  Además, las personas que dicen eso, no hacen nada por el Evangelio; Ni gratis ni cobrando ni ayudan ni siembran ni hacen nada; No aportan, no ayudan, no regalan una Biblia, un libro, no predican el Evangelio, no hacen absolutamente nada.  Cualquier negocio que no es patrocinado por la gente, desaparece.  Cuando tú aprendes a ser generoso, cuando tú aportas al reino de Dios, traes estabilidad a la iglesia local.  Todos necesitamos lugares estables donde recibir Palabra, donde nuestros hijos sean instruidos; Y, cuando tú eres generoso, permites la permanencia de la iglesia en ese lugar. 
4. Tu dádiva te vuelve una persona más reverente a Dios.  La Biblia dice claramente que donde está tu tesoro está tu corazón.  Tus decisiones económicas giran alrededor de aquello que es tu prioridad financiera.  Lamentablemente, muchos no invierten lo necesario en la obra de Dios, por lo que su devoción a Dios es mínima.  Tú no puedes comprar a Dios, pero puedes demostrarle tu devoción cuando en tus finanzas Él también es primero.  Y tu generosidad te permite entrar en ese nivel de relación donde hay una profundidad que antes no existía. 
5. Tu dádiva a la obra de Dios, provoca que tú veas a Dios en tu vida de una manera que no podrías provocar de otro modo.  El ayuno provoca unos resultados, tu oración, la lectura de la palabra, congregarte; Todos estos tienen unos resultados.  Los resultados de la adoración no son los mismos que los de la oración; Tú necesitas ambos si quieres que tu experiencia con Dios sea completa.  Puedes adorar, puedes orar, pero los resultados de la dádiva son diferentes a los de la oración y de la adoración.  Cuando tú aprendes a dar, le abres la puerta a Dios a hacer algo por ti que, de otra manera, no va a suceder. 

Quizás tú hoy no estás viendo a Dios como Él se quiere manifestar a través de tu dádiva, específicamente en el área de las finanzas.  Tu recompensa, lo que tú vas a recibir de parte de Dios, va de acuerdo con tu siembra, y no con ninguna otra cosa.  La mayoría de los milagros que la gente espera, van en relación con su dádiva; Esa es una realidad del sistema de Dios.  Hay quien piensa que a Dios no le importa nuestra relación con el dinero, pero uno de los temas que más trata la Biblia es precisamente el de las finanzas.  Y lo que tú vas a recibir va 100% en acuerdo con aquello que tú estás sembrando.  Así que, si tú quieres ver a Dios de una forma especial y única, es vital que aprendas a sembrar, ofrendar, y ser generoso.  El sembrar y ofrendar no te exime de adorar, de congregarte, de orar, de ayunar; Pero no puedes pretender tener los resultados de la ofrenda, ayunando.  Tienes que hacer cada cosa, para recibir cada resultado, y cada manifestación de Dios sobre tu vida.  Y tú nunca has visto a Dios como lo puedes ver en el momento en que tú ofrendas.  Cuando tú aprendes a ser una persona generosa a Dios, y a ofrendar a Dios, lo vas a ver de forma especial en tu vida en todas las áreas.  Experimenta a Dios a través de tu dádiva; Siembra.  Oramos por ti, nos ponemos de acuerdo contigo y le creemos a Dios por ese milagro sobre tu vida, en el nombre poderoso de Jesús.