29 Sep Revelación para Atar

En Mateo 16:9, Jesús les pregunta a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que yo soy?  Luego que ellos contestan esto, Jesús les pregunta: ¿Y quién dicen ustedes que yo soy?  A lo que Pedro contesta: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.   

“Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro,  y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.“  Mateo 16:17-18   

En ese momento, Jesús reconoció y le dejó saber a Pedro que aquellas palabras habían sido una revelación de parte de Dios.  Esta revelación sería la roca, el cimiento sobre el cual se edificaría y se ha edificado la iglesia de Dios.  Más allá de la descripción de Juan el Bautista sobre Jesús, que decía lo que Cristo vino a hacer, cuando decía que Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, Jesús necesitaba ser reconocido por lo que Él era, necesitaba que alguien recibiera la revelación de quien Él era para darle peso a lo que él vino a hacer.   

Cuando vez a Dios únicamente por lo que él puede hacer, no podrás reconocerlo en esos momentos cuando no hace lo que tú esperas que él haga.   

“Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.  Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.“   

Mateo 16:19-20   

Cada uno de los hijos de Dios tiene autoridad sobre el enemigo y puede hacer declaraciones, decretos y declarar ciertas cosas proféticas sobre su vida.  Pero, cuando Jesús aquí habla de atar y desatar, no se refiere meramente a decirles al diablo o a los problemas te ato, solamente por decirlo.   

Jesús le enseñó a sus discípulos a orar, y dentro de su oración les dijo: Deben orar así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. (Mateo 6:9-10) 

En otras palabras, que se establezca tu reino, que tenga precedencia aquí en la tierra.  Para que se establezca el reino de Dios en la tierra y poder atar y desatar en la tierra, se debe saber lo que está atado o desatado en el cielo.  Cuando desatas algo en la tierra, es porque sabes o has recibido la revelación de aquello que está desatado en el cielo; y cuando tú sabes lo que está atado y desatado en el cielo, entonces se manifiesta en la tierra.   

Atar no es otra cosa que establecer en la tierra la revelación que Dios ha dado a tu vida para un momento en particular.  Piensa en esto: Estabas atado en un área de tu vida, hasta que un día recibiste la revelación, no de la tierra, sino de lo que el cielo quería para ti en esa área en particular.   

Cuántas veces llevas escuchando y leyendo un mismo versículo bíblico, los predicadores y hasta el mismo Pastor te dicen: Esto significa esto o aquello; y no es hasta el momento que en que estás atravesando alguna circunstancia en especifico, que aquel versículo se hace realidad en tu vida.  De repente, un día, la palabra de Dios se te abrió y no por conocimiento humano, no porque alguien te lo había dicho, sino más bien vino por revelación, en un momento de lucidez espiritual.  Así que ahora entiendes aquello que llevas leyendo y escuchando por años, y dices: Lo recibí.  Nadie te lo podía explicar, Dios te lo tenía que revelar; y, de la misma manera, no lo podrás explicar a otros.   

Si hoy tienes una parte de tu vida atada, dile al Señor que te revele cuál es su voluntad en el cielo, para que se vea manifestada aquí en la tierra.  Dile: Dios, háblame; déjame saber lo que yo todavía no he entendido; revélate a mi vida y que aquello que ya está desatado en el cielo se desate en la tierra.  La Biblia dice que las puertas del infierno no pueden prevalecer contra eso, y después que recibes la revelación para desatar, nada ni nadie te podrá atar.   

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Jueves, 29 de Septiembre de 2016

Código del Programa: PP-03B