22 Jun Dios se Mete en tu Asunto

En Éxodo 6, Dios le dice a Moisés: Dile a mi pueblo que verán cómo, ahora, con mano fuerte, entraré en el asunto; los voy a librar.  Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; a ellos no me di a conocer de esta manera, pero a ustedes les voy a enseñar lo que nunca otro ha visto.  Los libraré de Egipto, los redimiré y les daré la tierra que le prometí a Abraham por heredad.  Yo, Jehová.

Cuando Dios se mete en tu asunto, no es que tú vas a salir del problema; cuando el poder de Dios se mete en tu vida, el problema te va a echar. Tú te conviertes en un problema para el problema, y el problema te desecha. Esto debería ser motivo de gozo, pero muchos no escuchan siquiera esto, a causa de la angustia.

De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre. Éxodo 6:9

Hay quienes van a la iglesia, y Dios les habla, pero están tan angustiados, llorando, que no oyen la voz de Dios.  Deja el lamento y el llanto, para que puedas escuchar a Dios, diciéndote: Yo soy el mismo Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.  Dios los menciona para que recuerdes que ellos estuvieron en problemas económicos, familiares, fueron esclavos, y él los libró.  Y Dios dice: Me conocerás como ellos no me han conocido.  Te libraré, te bendeciré en las puertas de tus enemigos.

Deja de estar pendiente a las malas noticias, deja de estar angustiado y llorando.  Escucha a Dios decir: Sigue trabajando, sigue creyendo, que te voy a llevar a un lugar nuevo que tengo preparado para ti.

Dios saca al pueblo de Israel de la tierra de Egipto, aunque no tuvieron fe, porque él lo había prometido, pero nunca entraron a la tierra prometida porque no escucharon la voz de Dios.  Hay muchas cosas que Dios hará en tu vida, porque ya Él lo ha prometido, pero eso no significa que podrás entrar a los nuevos niveles de bendición que tiene para ti.  Para lograr esto, tienes que escuchar la voz de Dios y tener fe en tu interior.

Dios dice: Los sacaré de Egipto, para dos cosas: 1. Hacer fiesta, y 2. Para hacer sacrificios, ofrendas, en el desierto.  Dios no les pide que hagan fiesta y den ofrendas después de entrar a la tierra prometida, sino en el desierto, para celebrar que son libres y demostrar para dónde van.

Lamentablemente, Dios los saca de Egipto, pero el pueblo nunca hace fiesta, y ofrendan a un becerro de oro que esculpieron.

No estamos llamados a celebrar y ofrendar cuando ya poseas la bendición de Dios.  Nuestra verdadera demostración de que somos libres y que Dios va hacer algo por nosotros es cuando escuchamos la palabra y celebramos lo que él va a hacer por nosotros.

A muchos les hace falta el celebrar y ofrendar porque ya Dios los ha librado, para no quejarse como hizo el pueblo de Israel.

La verdadera libertad ocurre en la mente y corazón del hombre.  Hay quienes, como están en el mismo trabajo, no se dan cuenta que son libres.  Entonces, están esperando salir del trabajo para celebrar y ofrendar.  Ya Dios está en el proceso; mientras tanto, celebra y ofrenda porque ya eres libre.

Una marca de los que son libres es que saben celebrar y dar a Dios sus ofrendas.  Dios te ha hecho libre del pasado, de la religión, de la angustia y la esclavitud.  En el desierto, no hagas imágenes incorrectas.  Tu esperanza, tu solución, no está en el nuevo trabajo, ni el nuevo lugar que deseas ir a vivir; tu solución y esperanza es Cristo, quien es el que va a llevarte a la tierra prometida.  Celebra y ofrenda porque pronto llegarás al nuevo nivel que Dios te ha prometido.

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Miércoles, 22 de Junio de 2016

Código del Programa: PE-01B