27 Sep Lo que te Ata

Jueces 16 dice que Sansón era un hombre fuerte, escogido de Dios, llamado para libertar al pueblo de Israel de todos sus enemigos.  Sansón, con la fuerza que tenía, podía acabar, él solo, con un ejército completo.  En el capítulo 15, Sansón mata varios de filisteos, y sus amigos lo amarran y lo entregan a ellos; esto, porque los filisteos les dijeron: Venimos a matarlos a ustedes por lo que hizo Sansón.  Fíjate que cosa más interesante, cuando los amigos de Sansón vinieron a amarrarlo, él dijo: Voy a dejar que me amarren, pero, por favor, no me maten; lo que demuestra que Sansón no le tenía miedo a ser entregado a los filisteos, que lo que querían era matarlo, pero sí a que sus amigos lo mataran.   

Cuando son tus amigos los que te entregan, algo se mete en tu interior.  Más adelante en esta historia, vemos que Sansón pudo pelear con los filisteos y eventualmente se soltó, acabando con ellos, pero, en su interior, su relación con sus amigos nunca fue igual.  Ponte en los zapatos de Sansón por un momento; no puedes negar que, cuando alguien a quien fuiste llamado a libertar, te amarra y te entrega, se te queda en tu interior.   

Sansón comenzó a jugar con Dalila.  En Jueces 16:13, le dice: Descúbreme cómo puedes ser atado, y él, después de ella presionarlo e importunarle tanto, le dice el secreto de su fuerza.   

15 Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza. 16 Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia.”  Jueces 16:15-16   

Qué triste cuando le entregamos el corazón a la persona incorrecta, y dejamos que nos lleve a mortal angustia.  Lo que ata al hombre fuerte son las palabras de gente que lo que hacen es importunar y poner presión.  Dalila comienza a manipularlo, con sus palabras, para que él le dijera dónde estaba su debilidad; él término diciéndole que era nazareo y que, si se rapaba la cabeza, su fuerza se apartaría de él.   Esta mujer no quería saber cuán fuerte y de dónde venía la fuerza de Sansón, sino que quería descubrir cuál era su punto débil.   

La fuerza de Sansón no estaba en su cabello; el cabello era solo un símbolo del voto que él había hecho con Dios, y cuando permite que le corten el cabello, lo que rompe es el voto que él le había hecho a Dios.  Él había hecho un voto nazareno, no bebía vino, se cuidaba, se guardaba, se dejaba crecer el cabello como parte del pacto.   

Debes saber que hay gente a tu alrededor que están buscando que tú descubras cuál es tu debilidad.  Por eso es que no debes compartir tus problemas con todos, por eso es que hay cosas en la vida que solo se las dices a Dios y te las llevas a la tumba.  Hay cosas que guardas en secreto, hay cosas que escondes que solo las oras a Dios, cosas que se resuelven a solas con él en tu cuarto y dejas que él las trabaje contigo.  Dios trabaja con tus debilidades y al mundo le muestra tu fuerza.  Dios usa tus debilidades para él glorificarse.  No se las puedes decir a nadie porque hay gente que va a buscar, todo el tiempo, no dónde está la fuerza, sino donde está tu punto débil, para poder atarte.   

Dios, a pesar de tus debilidades, te usa y te lleva a un nuevo nivel, te prospera, te bendice.   

Sansón no era un santo; solo se había cuidado y separado para Dios en unas áreas.  La Biblia, incluso, nos dice que hasta se acostaba con prostitutas.  Pero lo grande de la palabra es que nos muestra que Dios usa a los que la gente menos piensa que pueden ser usados.  Sansón había tenido otras relaciones, pero, en esta, entregó el corazón.  Qué triste cuando se entrega el corazón a la persona incorrecta, y se deja que nos importune al grado de llevarnos a mortal angustia.   

Créele a Dios, en el nombre poderoso de Jesús, que hoy vas a salir de esa mortal angustia, de esa tristeza que te ha llevado a ese lugar en donde tú estás.  No vas a dar más vueltas alrededor del lugar donde te encuentras.  Dios te va a devolver tus fuerzas, y tú vas a cumplir con la misión que él te entregó, independientemente de tu pasado, Dios te va a llevar al nuevo lugar que él tiene para ti, en el nombre de Jesús.   

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Martes, 27 de Septiembre de 2016

Código del Programa: PP-03A